De la delicadeza no existe una infamia,
sino una leve gracia,
que tus manos a distancia acompañan,
volteando las nubes para sentarse; estas tu.
Cuando se reconoce el reflejo del duradero tiempo,
Se aprovecha y me dejo llevar, dos susurros,
El tuyo y el mío, como la piel para tocar,
La imaginación es sana y te deja llevar.
La compañía no se basa en estar ahí, sino,
Saber en que momento, decir estoy aquí,
Una mano acaricia la felicidad, la otra,
Se conforma solo con la ternura.
Las momentos fugaces tienen sabor,
no son el día a día, son la vida,
que tan rápido o tan corto se me iba,
pero no dejes que perezca sin querer.
'Sigue tu naturaleza es lo único que te permite ser tú '
Miguel Ángel Subercaseaux Camus