Y ahí parten las frutillas escarlatas a mi boca
como sangre dulce a mis encantos venideros,
Es un bálsamo exquisito con tu blanca crema,
Manchas mis dedos con un desperdicio de placer.
En una fuente de cristal te honras de alimentar,
Con tu suave fragancia mi dulce dulzor,
Te combino con los goces y no hay comparación.
Tengo el agrado de ponerte en mi mesa y disfrutar
Llevarte en el cuerpo de ella cuando quiero seducir,
Exprimir hasta el último líquido de tu relajante piel.
Como desearte cuando con tu forma de corazón,
Alimentas esa tergiversada desazón,
Que de ti depende que el día sea un almíbar,
Porque sin ti frutilla no me alivianas el día.
"Deberias morir en mi boca y asi revivirte con un beso"
Miguel Ángel subercaseaux Camus.
Oda a la Frutilla by Miguel Ángel Subercaseaux Camus is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Derivadas 2.0 Chile License.
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